Cerró el sexenio del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, dejando pendiente el cumplimiento de su meta de autosuficiencia en materia de consumo de combustibles. Y la brecha entre la realidad y los deseos resultó significativa.
En septiembre pasado Petróleos Mexicanos (Pemex) elaboró, en números cerrados, 475.000 barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina en sus refinerías mexicanas, esto es, menos de la mitad del poco más de millón de barriles diarios que, todavía en julio pasado, el exdirector de la empresa, Octavio Romero, prometía lograr.
Si a esos 475.000 barriles se suma la producción de la refinería texana de Pemex Deer Park, equivalente a 278.000 barriles, se obtiene un producto de 753.000 barriles diarios, que de igual forma es 41% inferior a lo que prometió Romero Oropeza como producción total de Pemex hace poco más de tres meses.
“En 2018, diciembre, se producían 304.000 barriles en las seis refinerías; en septiembre, que termina la administración, vamos a estar produciendo (sumando Deer Park) un millón 268.000 barriles de gasolina, diésel y turbosina, y en el primer trimestre de 2025 casi un millón 300.000”, aseveró el hoy director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) durante su intervención en la conferencia matutina de López Obrador el 19 de julio pasado.
En su presentación, el funcionario especificó que solo en las refinerías mexicanas, incluyendo el nuevo complejo Olmeca, la producción de septiembre sería de un millón 26.000 barriles diarios.
“Poco a poco, en esta administración hemos ido dejando de comprar, de manera que, cuando lleguemos a septiembre sólo se van a comprar 52.000 barriles diarios”, dijo Romoero Oropeza.
Asumía que la refinería ubicada en Paraíso, Tabasco, estaría trabajando ya a su máxima capacidad, procesando 340.000 barriles diarios, de los cuales alrededor de la mitad se transformarían en gasolina.
Sin embargo, este martes Pemex reportó una exigua producción de 1.549 barriles diarios de gasolina y de 3.492 barriles diarios de diésel en el complejo tabasqueño, 85% y 87% menos respecto de los cómputos de agosto, respectivamente.
Para el analista Ramsés Pech, lo anterior, sumado al hecho de que Pemex reportó un proceso de crudo en ceros en la refinería Olmeca, permite suponer que el complejo todavía está en fase de pruebas, pese a que López Obrador encabezó un acto de inauguración de las operaciones comerciales a principios de agosto pasado.
“Se confirma que Dos Bocas está en fase de pruebas. En septiembre no fue refinado algún barril de crudo, según la información de Pemex. Produjeron algunos barriles de gasolina y diésel, pero derivados de pruebas con corrientes de naftas y diésel”, comentó.
Por otro lado, el proceso de crudo en las otras seis refinerías de la petrolera, tampoco fue mejor. Durante el noveno mes del año cayó 4,8% mensual a 863.000 barriles diarios, el segundo menor nivel del año.
Mensualmente, la elaboración nacional de gasolina se redujo en 15.000 barriles diarios a 284.000; la de diésel bajó en 24.000 toneles a 164.000 y la de turbosina mejoró en 2.300 barriles a 26.700.
De acuerdo con Pemex la inversión en rehabilitación de sus refinerías durante el sexenio pasado ascendió a 75.000 millones de pesos (US$ 3.728 millones), sin embargo, su rendimiento se ha quedado lejos de lo que la empresa se propuso, si bien todavía están en marcha mejoras como la construcción de coquizadoras en las refinerías de Tula y Salina Cruz.