Con una inversión 2500 millones de dólares -que aportarán en distintos porcentajes las operadoras que invierten en Vaca Muerta-, YPF avanza en la construcción del acueducto que une Allen con Punta Colorada en la provincia de Río Negro. Se trata de una obra de 440 km que significa la resolución a un problema que venían planteando las empresas desde hace tiempo y que es la forma de poder transportar el producido en Vaca Muerta con destino a la exportación.
«Ya no habrá excusas para la evacuación», dijo un alta fuente de YPF, quien además señaló las ventajas económicas «para las petroleras que saquen por Punta Colorada, porque los precios le serán favorables, con una baja considerable de costos».
Un punto que se consideró para que la terminal contará con dos monoboyas para evitar «paradas» de carga ante algún inconveniente que se pueda presentar.
“El proyecto VMOS ya se presentó al Régimen de Incentivos para grandes inversiones y se convirtió en el primer proyecto de la industria de O&G. Este es uno de los proyectos de infraestructura privado más importantes de la Argentina de los últimos 20 años”.
La frase pertenece a Horacio Marín, CEO de la compañía, quien agregó que con la tarea que se viene desarrollando «ahorramos uno 500 millones de dólares y bajamos los plazos de construcción del proyecto. El proyecto VMOS convertirá a la Argentina en uno de los principales exportadores de la región y aportará divisas y trabajo al país.”
Asimismo hizo saber que la magnitud de este proyecto lo convierte en trascendental para la Cuenca Neuquina «…este ducto permitirá más que duplicar la posibilidad de evacuación de petróleo de Vaca Muerta”.
El objetivo es tenerlo en funcionamiento en el 2026. El manejo estará a cargo de una empresa privada, cuyo primer CEO pertenecerá a YPF y luego será el Directorio -integrado por las distintas firmas participantes- las que designen al sucesor.