Seguridad. Con una app móvil para los pozos

A pesar de que las empresas desarrollan cuidados protocolos para mantener los estándares de seguridad en los yacimientos, el nivel de siniestralidad en el trabajo se erige como una de las principales preocupaciones dentro de la industria del oil and gas. En ese contexto, una empresa neuquina desarrolló una aplicación móvil que busca mejorar la cultura de la seguridad y concientizar de forma continua a los trabajadores para que reguarden su integridad física durante sus actividades.

El software, denominado SimaCheck, fue desarrollado por la firma Sima Ingeniería en el marco de un club de gestión de la innovación organizado por la ONG Emprear (ver aparte) y con el objetivo de sostener el horizonte de cero accidentes que promueve la compañía. “Durante el Club tomamos como eje de la problemática la seguridad en la actividad hidrocarburifera. Para nosotros, un proyecto seguro es un proyecto exitoso, y en eso hicimos hincapié”, afirmó Pablo Bustamante, responsable de Legales y Relaciones Institucionales de la firma.

Liderado por Pablo Bustamante, dos ingenieros y un técnico en informática de la empresa, desarrollaron un una plataforma digital de capacitación de seguridad in situ con validación en tiempo real. Por el momento, el sistema ya se aplica en la mitad de las obras y servicios que lleva adelante la empresa y promete expandirse a la totalidad de sus unidades de negocio, una vez que se pase la etapa piloto en la que se encuentra.

Bustamante explicó que la app funciona en una tablet instalada sobre un tótem y es un protocolo complementario a las charlas de seguridad que brindan los especialistas de seguridad e higiene antes de que los operarios ingresen a las obras. “A la charla de cinco minutos que ya les daban sumamos esta aplicación, en donde los usuarios se registran con su DNI y reconocimiento facial, y que contiene tres preguntas para verificar que los trabajadores hayan incorporado los conceptos de seguridad”, aseguró.

Según detalló, se trata de un software amigable que utiliza imágenes y cuestionarios de tipo verdadero o falso para que los operarios puedan resolver rápidamente el listado de preguntas. “Si responden correctamente se los deja pasar a la obra y, si se equivocan, tienen que volver a ver al técnico de seguridad e higiene para reforzar esos conocimientos que están incompletos”, destacó Bustamante.

“Con esta tecnología, lo que buscamos es pasar de una cultura de la seguridad a un ADN seguro”, expresó el empleado de Sima en relación a la necesidad de que los operarios incorporen como propios los conceptos que muchas veces escuchan en las charlas protocolares de seguridad pero que dejan pasar como un paso más antes de su trabajo diario.

El software permite no sólo verificar los conocimientos en el momento inmediatamente previo al trabajo de campo. También posibilita la acumulación de estadísticas para que la empresa pueda medir cuánto saben los operarios que hacen tareas en esas obras y servicios. “Gracias a estas mediciones, pudimos comprobar que el nivel de conocimiento en materia de seguridad de nuestros operarios es muy alto”, dijo Bustamante y aclaró que, no obstante, esta información les da la pista para desarrollar tareas correctivas en los temas que los trabajadores no manejan.

La presencia del tótem ya generó el interés de algunos de los clientes de Sima, como Vista, Wintershall e YPF. Aunque el sistema aún está en una fase piloto y con aspectos a corregir, desde la empresa de ingeniería no descartaron la posibilidad de que su uso se extienda más tarde por distintos puntos de la cuenca y de la mano de otras compañías.

El producto de un club de gestión de la innovación

La aplicación Sima Check fue desarrollada en el marco del Primer Club de Gestión de Innovación y Vinculación Tecnológica de la Patagonia que gestiona la organización Emprear con el apoyo de Pan American Energy y el Centro Pyme Adeneu. Se trata de un espacio que busca fomentar que las empresas tengan un clima apropiado para que la innovación se dé de manera constante y no a partir de una genialidad esporádica de alguno de sus empleados.

La actividad contó con la participación de ocho PyMES del rubro que no compiten entre sí y en un proceso de seis encuentros presenciales y un “demo day”, donde las firmas tenían que desarrollar propuestas innovadoras para resolver las necesidades más acuciantes de sus clientes o alguna problemática que detectaran en la industria.

“Lo interesante de este proceso es que las pymes participan de todas las etapas: la detección de problemas internos o de sus clientes, un proceso de generación de confianza, una etapa divergente de creatividad y una convergente de evaluación de las ideas creativas por su aspecto factible; por último, realizan una etapa de modelización para darle forma su proyecto”, explicó Ignacio Perversi, referente de Emprear.

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