En conferencia de prensa, el subsecretario de Hacienda y Crédito Público mexicano, Edgar Amador, explicó parte del plan.
«[La dependencia mexicana] trabajará de manera coordinada con Pemex para simplificar el régimen fiscal, en particular lo que tiene que ver con el conjunto de derechos que tributa [la petrolera] a la hacienda pública», puntualizó.
Para ello, se reducirán los tres derechos que tributa Pemex en la actualidad (explotación, extracción de hidrocarburos y de utilidad compartida) a uno solo llamado derecho petrolero para el bienestar.
En el mismo evento, el director de la petrolera mexicana, Víctor Rodríguez, dijo que se regirán bajo los lineamientos de la austeridad republicana. Prueba de ello es que buscarán la eliminación de gastos redundantes y compactar los costos de sus productos.
Asimismo, dispondrán de medidas para fortalecer en materia financiera a la compañía pública, así como tareas de exploración y la consolidación de las gasolineras para el bienestar.
Con ello, apuntó el funcionario, se prevé ahorrar cerca de 50.000 millones de pesos (2.427 millones de dólares, aproximadamente).
Posteriormente, la mandataria de México, Claudia Sheinbaum, indicó que el derecho petrolero para el bienestar que tendrá Pemex permitirá aumentar la producción de la compañía.
Sumado a ello, «va a permitir capitalizar a Pemex todavía más y que permita que los ingresos que tiene los pueda utilizar para sus propias funciones y, al mismo tiempo, de manera transparente», expresó.
Recientemente, Petróleos Mexicanos volvió a ser una empresa pública del país, después de haberse centrado en crecer solo en los mercados bursátiles, por lo que, de acuerdo con la presidenta mexicana, ahora tendrá la posibilidad de fortalecerse y ayudar al pueblo.